Alquimia… Transformando los metales y evolucionando la consciencia humana

En los últimos años la alquimia no solo ha buscado la transmutación de los metales, sino que ha querido llevar al siguiente nivel a la consciencia. Ha querido que la consciencia trascienda del mundo físico al espiritual. Además, al buscar dentro de la historia los procesos de la alquimia, uno se puede dar cuenta claramente que ésta ha tenido dos vertientes, la química y la esotérica.

La alquimia se ha considerado la base de la química moderna, pues ella ha buscado emplear distintos elementos y crear una reacción que convierta un elemento “X” en algún metal (en especial en oro).  También se ha vinculado estrechamente con el Hermetismo (filosofía espiritual occidental) y con algunos estudios psicológicos (en especial con los de Carl Jung).

Pero… ¿Qué es la alquimia?

La alquimia ha sido trabajada en gran parte del mundo, especialmente en Europa, Asia y África. Ella consistía en estudiar diferentes elementos de la naturaleza, empleando la química, la metalurgia, la física y la medicina. Pero también se convirtió en una disciplina filosófica y espiritual, se sustentaba en la astrología, la espiritualidad, la contemplación y lo artístico.

Se puede considerar que la alquimia marcó el camino hacia la purificación del alma y la transformación del espíritu. Buscando elevar la consciencia y desarrollar la intuición al máximo nivel posible. Sin embargo, se asienta en lo misterioso y sincrético, teniendo una serie de símbolos esotéricos que afectan la consciencia y hacen la conexión entre lo divino y el alma del hombre.

¿Cuáles son los elementos fundamentales de la alquimia?

Se dice que los elementos fundamentales de la alquimia eran cuatro, la Piedra Filosofal, el Azoth, la Sabiduría de los Alquimistas y el Elixir de la Inmortalidad. La alquimia podía transformar los metales en otros, ya que cada uno de ellos estaba constituido por cuatro elementos esenciales, frío, calor, sequedad y humedad.

Es por ello que, al realinear los elementos y las condiciones básicas de un metal junto con una porción de la Piedra Filosofal en polvo, se podía transformar éste en otro totalmente distinto.

La Piedra Filosofal era una piedra mística con poderes sobrenaturales, pero que desde el punto de vista filosófico era la aglomeración de la sustancia vital. Era una forma metafórica de hablar sobre la potencia del espíritu y de la razón, que permitía avanzar hacia el siguiente nivel de la iluminación.

Otro de los elementos de la alquimia era el Azoth, ellos consideraron esta sustancia como la cura para cualquier mal o situación, era una panacea para la humanidad. Además, se consideraba como un disolvente muy potente capaz de fundir o derretir cualquier tipo de sustancia.

Las diferentes corrientes de la alquimia explican de manera distinta la creación de del término Azoth. Una corriente indica que éste nació de la unión entre la primera letra de los alfabetos latino, griego y hebreo (A – A, Alfa, Álef), la última letra del alfabeto latino (Z), la última letra del alfabeto griego (O – Omega) y la última letra del alfabeto hebreo (TH – Tav).

Según esta apreciación, Azoth es la representación de un sinfín de cosas que tienen un mismo origen, característica principal de todos y cada uno de los entes que cohabitan en el cosmos.  Otra corriente dice que Azoth es la derivación y transformación del término árabe antiguo al-zā’būq, que traduce “el Mercurio”. De ahí supone que vino el término químico adoptado por los alquimistas Mercurio.

La Sabiduría de los Alquimistas es fundamental en este proceso, pues ellos eran capaces de ver más allá de lo obvio. Tenían la habilidad de conjugar diferentes elementos (que para muchos podrían ser muy disímiles) en algo maravilloso, bien sea desde el punto de vista espiritual o desde el punto de vista físico/químico.

A través de la alquimia se buscaba lograr el tan anhelado Elixir de la Inmortalidad. Durante muchos siglos y muchas culturas se buscó crear esa sustancia capaz de prolongar la vida eternamente. Fueron muchos los intentos que trajeron como consecuencia grandes e importantes muertes. De hecho, uno de los grandes emperadores de la Dinastía Ming falleció luego de probar una de las preparaciones de este enigmático elixir.

Por ejemplo, en diferentes culturas este elixir de la inmortalidad recibe diversos nombres y tiene orígenes muy distintos, incluso se puede hallar en lugares muy peculiares y casi imposibles de alcanzar. Tal es el caso de la cultura india, que llamaba a este elixir “Amrita” y que solo podía ser encontrado en el punto del mar donde había mayor cantidad de corrientes encontradas y a una gran profundidad.

 

La alquimia hoy en día es llevada de otra manera, gracias a los diversos avances tecnológicos y la mayor conciencia que tiene el hombre sobre el mundo, la espiritualidad y la consciencia. Pero no deja de ser un proceso alquimista que busca llevar al hombre más allá de los límites actuales.

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